La controvertida iniciativa del presidente Donald Trump de reubicar a la población palestina de la Franja de Gaza, principalmente en Egipto y Jordania, está causando revuelo en el mundo árabe. Sin embargo, esta idea, considerada un anatema en el entorno político actual, tiene una serie de precedentes históricos.
Ser judío ha significado experimentar una decepción aplastante con el mundo desde los ataques de Hamás que iniciaron esta guerra. Una línea perdida en uno de los muchos artículos sobre la familia Bibas ofrece hoy, sin querer, una explicación clara como el cristal de esa decepción. “Para muchos israelíes”, escribe The New York Times, “la historia de la familia Bibas se ha convertido en un símbolo de la brutalidad del ataque del 7 de octubre liderado por Hamás”. Esa frase es exacta. Pero en otro universo, uno en el que a la “comunidad internacional” le importara un bledo la justicia y la decencia humana, la frase sería así: “Para todos, la historia de la familia Bibas se ha convertido en un símbolo de la brutalidad del ataque del 7 de octubre liderado por Hamás”.
La historia judía se ha definido durante mucho tiempo por los movimientos migratorios para alejarse de los problemas y dirigirse a lugares más seguros. Durante el último medio milenio, los puertos más seguros para “los niños adoptivos del mundo“, como dijo David Mamet, han sido generalmente los países de habla inglesa, primero Gran Bretaña y luego, especialmente, Estados Unidos, Canadá y Australia. Esto ya no es así.
Tras el anuncio de Trump de reasentar a parte de la población palestina desplazada posiblemente en Jordania y Egipto y tras la “liberación” de los últimos rehenes en estado de sobrevivientes de la Shoa, la secta islamonazi incumplió una vez más su acuerdo de informar la siguiente “partida” de rehenes a soltar. No faltaron entonces analistas internacionales, líderes mundiales y manifestantes israelíes que le adjudicaran a las declaraciones de Trump, y al beneplácito de Netanyahu, la motivación detrás de esta nueva ráfaga de guerra psicológica de Hamas.
En la primera semana de febrero de este año, menos de un mes después de haber asumido su segundo mandato- no consecutivo-, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, expresó algunas ideas para promover la paz y la libertad en Gaza: que Estados Unidos administre temporalmente la Franja y que a los palestinos desplazados se les permita reasentarse en otros sitios; y aquí cito literalmente, más pacíficos, más prósperos y más agradables, que lo que es hoy la Franja de Gaza bajo la tiranía de Hamas.
La administración Obama envió miles de misiles TOW al ejército libanés con la justificación de mejorar la seguridad nacional. Este artículo investiga las consecuencias preocupantes de esta decisión, cuestionando si esta ayuda, en realidad, terminó fortaleciendo a Hezbolá, el grupo terrorista chiíta respaldado por Irán. La investigación explora las fuentes de los misiles TOW de Hezbolá, incluyendo la posibilidad de que algunos de los misiles enviados por la administración Obama hayan llegado a manos del grupo terrorista.
El presidente Donald Trump lanzó la idea que las naciones árabes deberían aceptar a los habitantes de Gaza como refugiados, una medida que “podría ser temporal o a largo plazo”. El acuerdo permitiría a Israel eliminar a los restos de Hamás, lo que, a su vez, permitiría a la comunidad internacional reconstruir Gaza. ¿Esto sería posible?
La actuación de un conjunto de parodistas en el concurso oficial de Carnaval 2025, basado en el Mercader de Venecia, es un agravio a Shakespeare, un agravio a los judíos y un agravio al carnaval, fiesta popular utilizada para convalidar la ideología de un partido político. Preocupa que las autoridades uruguayas nacionales y municipales, sobre todo estas últimas, que aplican considerables fondos a la llamada fiesta del carnaval, no se den por emplazadas ante semejante manifestación de odio antisemita.
Zeev Jabotinsky imaginó un Israel fuerte, decidido y preparado para enfrentar cualquier desafío. Hoy, su “Muralla de Hierro” sigue siendo tan relevante como en 1923. La operación “Muro de Hierro” no solo busca garantizar la seguridad del presente, sino honrar una visión que hace más de 100 años ya sabía lo que Israel necesitaría para sobrevivir y prosperar.