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Expresiones antisemitas en comparsa del Carnaval

Por Rodolfo Fattoruso

La actuación de un conjunto de parodistas en el concurso oficial de Carnaval 2025, basado en el Mercader de Venecia, es un agravio a Shakespeare, un agravio a los judíos y un agravio al carnaval, fiesta popular utilizada para convalidar la ideología de un partido político.

De esas tres ofensas la que no tiene perdón y de verdad alarma es la cometida contra los judíos, que remite a personas reales en el mundo real. Banalizar a Shakespeare denota mera vulgaridad y no tiene más consecuencia que seguir favoreciendo el irrespeto a la cultura. Envilecer el carnaval con jugadas políticas es pura militancia, pero burlarse de los judíos es una entera y condenable expresión de odio. Y no es nueva: ya la historia conoce el horror de hacia dónde conduce el desprecio a los judíos; los pogromos rusos, las cámaras de gas, las violaciones y asesinatos, y los secuestrados del 7 de octubre informan claramente a qué estirpe pertenece burlarse de los judíos.

Preocupa que las autoridades uruguayas nacionales y municipales, sobre todo estas últimas, que aplican considerables fondos a la llamada fiesta del carnaval, no se den por emplazadas ante semejante manifestación de odio antisemita.

En Uruguay no había lugar para el antisemitismo; supo ser un país ejemplar en materia de derechos y tolerancia. Hoy, sin embargo, el antisemitismo y los discursos de denuesto y odio encuentran aplausos y auspicios.

Es grave.

Esperamos que el concurso que auspicia la IMM descalifique por improcedente a esa agrupación que se sirve de una base de odio y prejuicio hacia los judíos como forma de entretener al público. Es inadmisible que tenga escenario, pantalla y micrófono un tal desvió de las mejores tradiciones y valores de nuestra República.

2 de febrero de 2025

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